Sabina de San Pedro en Oliete, sabina albar (J. thurífera)
Sabina rastrera, chaparra (J. sabina). Herbario de Jaca, CSIC
Su silueta inconfundible, ya sea arbusto: sabina negral o mora (Juníperus phoeniceae), árbol: sabina albar (J. thurífera) o mata rastrera , chaparra (J. sabina) se dibuja en una buena parte de la provincia de Teruel, tanto en las zonas mas bajas como en las cumbres. Sus hojas se asemejan a escamas muy diminutas e imbricadas, hojas adaptadas a medios áridos donde se hace imprescindible el ahorro de agua.
El rango altitudinal en el que pueden desarrollarse las tres variedades es muy amplio, entre los 80 m, la negral y los 1.800, incluso 2.100 la rastrera.
La sabina negral o mora (Juníperus phoeniceae) de porte arbustivo se desarrolla en todo en tipo de suelos y condiciones, incluso en las fisuras de las rocas y en suelos yesosos. Soporta vientos fuertes, heladas y sequías. Tiene una función protectora de los suelos evitando la erosión. Suele formar sabinares abiertos con frecuencia mezcladas con enebros. En los medios más adversos crece muy lentamente. Se encuentra ampliamente distribuida en la provincia. Es tóxica para el ser humano. Sus frutos al madurar a finales del invierno sirven de alimento a algunas aves como mirlos y zorzales. Muchos pequeños animales utilizan los sabinares como refugio y lugar donde anidar.
La sabina albar (Juníperus thurífera), tiene porte de árbol y puede soportar temperaturas de – 25º C. Es muy longeva pudiendo llegar a alcanzar los 1.000 años, como la Sabina de San Pedro de Oliete. Es característica su corteza estriada y grisácea. Su madera es de gran calidad, imputrescible y aromática, causa quizá de no ser atacada por insectos. Por su belleza es muy apreciada en ebanistería. Con ella se han construido techumbres y utensilios de uso cotidiano como escaleras, arcones, gayatas, llaves para el collar de las ovejas, cuévanos para guardar uvas,…El término thurífera puede hacer referencia a la utilización de la resina como incienso.
Su emblemática resistencia, custodia y
Su silueta inconfundible, ya sea arbusto: sabina negral o mora (Juníperus phoeniceae), árbol: sabina albar (J. thurífera) o mata rastrera , chaparra (J. sabina) se dibuja en una buena parte de la provincia de Teruel, tanto en las zonas mas bajas como en las cumbres. Sus hojas se asemejan a escamas muy diminutas e imbricadas, hojas adaptadas a medios áridos donde se hace imprescindible el ahorro de agua.
El rango altitudinal en el que pueden desarrollarse las tres variedades es muy amplio, entre los 80 m, la negral y los 1.800, incluso 2.100 la rastrera.
La sabina negral o mora (Juníperus phoeniceae) de porte arbustivo se desarrolla en todo en tipo de suelos y condiciones, incluso en las fisuras de las rocas y en suelos yesosos. Soporta vientos fuertes, heladas y sequías. Tiene una función protectora de los suelos evitando la erosión. Suele formar sabinares abiertos con frecuencia mezcladas con enebros. En los medios más adversos crece muy lentamente. Se encuentra ampliamente distribuida en la provincia. Es tóxica para el ser humano. Sus frutos al madurar a finales del invierno sirven de alimento a algunas aves como mirlos y zorzales. Muchos pequeños animales utilizan los sabinares como refugio y lugar donde anidar.
La sabina albar (Juníperus thurífera), tiene porte de árbol y puede soportar temperaturas de – 25º C. Es muy longeva pudiendo llegar a alcanzar los 1.000 años, como la Sabina de San Pedro de Oliete. Es característica su corteza estriada y grisácea. Su madera es de gran calidad, imputrescible y aromática, causa quizá de no ser atacada por insectos. Por su belleza es muy apreciada en ebanistería. Con ella se han construido techumbres y utensilios de uso cotidiano como escaleras, arcones, gayatas, llaves para el collar de las ovejas, cuévanos para guardar uvas,…El término thurífera puede hacer referencia a la utilización de la resina como incienso.
Su reproducción se ve dificultada por la necesidad de que sus frutos pasen por el tubo digestivo de algunos animales, como es el caso de los tordos, para poder germinar. En zonas ganaderas se desmochaban para obtener ramas jóvenes y tiernas como alimento cuando al final del invierno otros escaseaban Se encuentra localizada en las Serranías de Albarracín, Gúdar y Maestrazgo y en las zonas más altas del entorno de Teruel. Es una de las formaciones vegetales de mayor interés científico ya que, a escala mundial es una especie muy escasa. De las 200.000 ha totales mundiales 150.000 ha se encuentran en España.
La sabina rastrera (J. sabina) denominada chaparra,la encontramos abrazando las cumbres de las Serranías de Albarracín, Sº de Javalambre, en la Sª de Gúdar y en el Maestrazo. No alcanza el metro de alto. Le gustan los suelos calizos y suele convivir con el pino silvestre y el pino negro. Su corteza entre pardo rojiza y grisácea, se desprende en placas.
La sabina rastrera (J. sabina) denominada chaparra,la encontramos abrazando las cumbres de las Serranías de Albarracín, Sº de Javalambre, en la Sª de Gúdar y en el Maestrazo. No alcanza el metro de alto. Le gustan los suelos calizos y suele convivir con el pino silvestre y el pino negro. Su corteza entre pardo rojiza y grisácea, se desprende en placas.
Su emblemática resistencia, custodia y
embellecimiento del paisaje
la convierten en la especie que mejor define e identifica este austero, hermoso y solitario territorrio.
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