Las iglesias enfrentándose al tiempo. Santa Eulalia, iglesia mozárabe de Susín. El Serrablo (Huesca)
Los árboles como testigos
El viento agita las calles, las puertas cerradas y las chimeneas dormidas.
Camina despacio, sin hacer ruido para no irrumpir en la vida, en la historia, en el devenir de sus años cuando joven reía, adulto sembraba
y anciano dormitaba feliz al sol.
Se diría que a pesar de las apariencias no ha terminado sus días, solo espera custodiando:
los hogares que en otro tiempo humeaban y olían a cocido, a queso, a miel;
las calles, por donde caminaban hacia el baile de la plaza riendo;
el horno de “pan cocer”; y su olor a felicidad,
el lavadero, con las frescas voces y la ropa soleada;
la torre de la iglesia encargada de montes y campos en eterno barbecho
desde hace décadas;
El aroma del tomillo y el romero;
Los colores dispersos de la primavera.
El pequeño y hermoso puente que invita a permanecer escuchando la voz del agua.
El olmo seco, el quejigo, testigos y vigías.
El río ágil y presto.
¿Qué mejor lugar para vivir?
Pero, ¡si está muerto!
No he muerto, sólo estoy esperando, custodiando
Esperando ¿a quien?,
Custodiando ¿Qué?
El retorno. El apacible territorio
Los árboles como testigos
El viento agita las calles, las puertas cerradas y las chimeneas dormidas.
Camina despacio, sin hacer ruido para no irrumpir en la vida, en la historia, en el devenir de sus años cuando joven reía, adulto sembraba
y anciano dormitaba feliz al sol.
Se diría que a pesar de las apariencias no ha terminado sus días, solo espera custodiando:
los hogares que en otro tiempo humeaban y olían a cocido, a queso, a miel;
las calles, por donde caminaban hacia el baile de la plaza riendo;
el horno de “pan cocer”; y su olor a felicidad,
el lavadero, con las frescas voces y la ropa soleada;
la torre de la iglesia encargada de montes y campos en eterno barbecho
desde hace décadas;
El aroma del tomillo y el romero;
Los colores dispersos de la primavera.
El pequeño y hermoso puente que invita a permanecer escuchando la voz del agua.
El olmo seco, el quejigo, testigos y vigías.
El río ágil y presto.
¿Qué mejor lugar para vivir?
Pero, ¡si está muerto!
No he muerto, sólo estoy esperando, custodiando
Esperando ¿a quien?,
Custodiando ¿Qué?
El retorno. El apacible territorio
Ya nadie volverá . ¿Qué iban a encontrar aquí?
¿Quién va a retornar?
Los que aún sueñan con mi voz
¡Si ya nadie te sueña!
¡Claro que sueñan, cada noche desde su exilio cierran los ojos y entrecortan la respiración paseando por mis calles, por los rincones risueños , bebiendo agua en las fuentes, en los manantiales, sesteando bajo los árboles,…..
¡Solo vendrán los sedientos de horadar tu tierra,
de utilizar para el ocio tus cumbres
de enterrar sus excesos bajo los pies de la montaña,
¡te van a ensordecer con el ruido de sus motores!
y extraerán uno a uno
los tesoros que albergas!
de utilizar para el ocio tus cumbres
de enterrar sus excesos bajo los pies de la montaña,
¡te van a ensordecer con el ruido de sus motores!
y extraerán uno a uno
los tesoros que albergas!
¡No,
NUNCA de esta manera,
NO para ellos!
NUNCA de esta manera,
NO para ellos!
¿Y quien va a impedirlo?
Puede que el futuro
Los pueblos despoblados son cada vez más, no solo en nuestra comunidad y en nuestra provincia. La vida en el medio rural no es noticia en los grandes medios de comunicación y parece interesar a bien pocos. Sin embargo parece estar en el punto de mira de empresas, políticos, organismos oficiales,…y no siempre la mirada es limpia, más bien es interesada, sin pudor y respeto por las gentes y su territorio.
Si el futuro hablase lo haría en clave de cuidado, de calidad, de pequeñas propuestas, de sostenibilidad, aunque ya la palabra debido a su uso vacuo y excesivo casi se considere “spam”.
Si no lo hacemos nosotros nadie lo hará.
Puede que el futuro
Los pueblos despoblados son cada vez más, no solo en nuestra comunidad y en nuestra provincia. La vida en el medio rural no es noticia en los grandes medios de comunicación y parece interesar a bien pocos. Sin embargo parece estar en el punto de mira de empresas, políticos, organismos oficiales,…y no siempre la mirada es limpia, más bien es interesada, sin pudor y respeto por las gentes y su territorio.
Si el futuro hablase lo haría en clave de cuidado, de calidad, de pequeñas propuestas, de sostenibilidad, aunque ya la palabra debido a su uso vacuo y excesivo casi se considere “spam”.
Si no lo hacemos nosotros nadie lo hará.
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