domingo, 27 de diciembre de 2009

Memoria del fuego


El día 18 de noviembre se celebraban las jornadas, “Reflexión tras los incendios forestales” organizadas por el CAIRE (Centro Aragonés de Información Rural Europea, ubicado en Molinos desde 1994) en colaboración con el CEA ÍTACA.

Iniciaba la tarde J. Manuel Salvador, Director del CAIRE con la presentación en Andorra del servicio EUROPE DIRECT (red europea) y su Revista nº10 dedicada a "Los retos del cambio climático". Los objetivos de este servicio se centran en dar a conocer las políticas europeas a través de variadas actividades, sirviendo de intermediario entre ciudadanos y UE. Se encarga además de retornar las propuestas ciudadanas a las instituciones. Un interesante servicio poco o nada conocido entre la ciudadanía, al menos de los municipios externos al Maestrazgo, que podría generar una mayor interacción.

José Antonio Alloza, investigador de incendios forestales de la Fundación CEAM, Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, intervino con una charla sobre el “Impacto ecológico de los incendios forestales en el paisaje mediterráneo”. Aportó una reflexión profunda que generó múltiples intervenciones y un rico debate sobre el presente y el futuro no solo de las zonas afectadas por los incendios de agosto sino por todas las masas arboladas de la provincia de Teruel. La convicción de sus planteamientos, no aleatorios ni “oficialistas” sino basados en un estudio científico serio generado además desde el compromiso personal aportó una nueva interpretación y perspectivas de futuro.

Mientras esperamos contar en breve con su ponencia, un pequeño extracto de algunas de sus aportaciones:

- El riesgo derivado de las zonas consideradas DESIERTOS DEMOGRÁFICOS como puede ser nuestra provincia conduce poco a poco al DESIERTO AMBIENTAL y éste a la situación irreversible de DESERTIZACIÓN que es lo que hay que evitar a toda costa.

- El estado actual en que se encuentran las zonas arboladas es de ABANDONO, un abandono que genera un COMBUSTIBLE presto a prender en las actuales condiciones climáticas en las que la sequía junto a un periodo de riesgo de incendios cada vez más amplio convierten a nuestros bosques en puntos de mira de futuros incendios.

- Se hace necesaria una NUEVA GESTIÓN FORESTAL PLANIFICADA desde la situación de cambio climático y la actual situación socioeconómica. Esta gestión debe basarse en :

· SELVICULTURA PREVENTIVA, es decir planificar como queremos que sean los bosques del siglo XXI contando con especies menos vulnerables que sepan defenderse frente al fuego y tiendan a limitar sus efectos.
· CONTROL DEL COMBUSTIBLE
· Realización de cortafuegos y medidas que dificulten la propagación

· Una ANTICIPACIÓN Y PREVENCIÓN SOCIAL. Formación de los ciudadanos para que conozcan y sepan como actuar.

- Frente a la GESTIÓN DEL MONTE QUEMADO, propone como fundamental:

· planificar la extracción de la madera quemada: zonas, época,…ya que la que está totalmente quemada no presenta riesgos pero si la semiquemada que se convierte en pasto de plagas.

- RESTAURACIÓN

· Es fundamental conocer a través de técnicos especializados cual es la situación y planificar los pasos a seguir ya que el futuro dependerá de la correcta conservación del suelo, la regulación hídrica y la calidad de los ecosistemas.

· Defender las islas o zonas que han quedado intactas ya que a partir de ellas se expanden las semillas que generaran nuevos individuos.

· Lo ideal es ESPERAR QUE LA NATURALEZA vaya actuando

· En ocasiones es urgente actuar en zonas vulnerables como laderas degradadas con fuerte riesgo de erosión.

· Si hay que intervenir vuelve a ser necesaria la PLANIFICACIÓN DE LOS BOSQUES QUE QUEREMOS PARA EL FUTURO.

El estado actual de las zonas afectadas en Teruel, según su opinión, es de una FALTA ABSOLUTA DE ANÁLISIS Y DE PLANIFICACIÓN. Una buena extensión de la zona sufrió el abandono por parte de los medios de extinción, abandono que debería tornarse en una propuesta mucho más positiva debido a esta discriminación. Uno de los sectores más afectados han sido los ganaderos que han visto como los pastos se reducían drásticamente sin una mínima compensación económica.

Pese a todo ello, las OPORTUNIDADES que se vislumbran y que es necesario aprovechar:

- la generación entre la población de una mayor concienciación ambiental
- la posibilidad de definir y diseñar los bosques futuros
- la valoración del sector forestal como un nuevo sector económico generador de formación y empleabilidad.
- La participación de un voluntariado y la solidaridad intercomarcal
- La derivación de fondos económicos hacia este sector

Las aportaciones, tanto de J. Antonio como de las personas que participaron en el intenso debate generado fueron muchas mas, todas ellas sugerían preocupación y compromiso no solo por las zonas afectadas sino por todo el territorio en situación de vulnerabilidad.

También tuvo lugar la presentación de la PLATAFORMA CIUDADANA, "NUESTROS MONTES NO SE OLVIDAN", cuyas propuestas y manifiesto encontraréis en el blog coincidiendo con el nuevo año.


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